Este artículo no es un trabajo de investigación exhaustivo sobre la presencia de la literatura independiente en las bibliotecas españolas, sino simplemente una breve aproximación a la postura que está adoptando el mundo bibliotecario con respecto al fenómeno literario indie.
Las bibliotecas y la libertad intelectual
Las bibliotecas, especialmente las públicas, han desempeñado históricamente un papel crítico en el acceso a la cultura, promoviendo la libertad intelectual y desarrollando un papel activo contra la censura. El derecho a la información y la libertad de expresión son pilares básicos del código ético profesional, recogidos por la IFLA (principal organización internacional en el ámbito bibliotecario) en la Declaración de la IFLA sobre las bibliotecas y la libertad intelectual. En esta declaración, la IFLA afirma que “las bibliotecas tienen la responsabilidad de garantizar y de facilitar el acceso a las expresiones del conocimiento y de la actividad intelectual. Con este fin, las bibliotecas deben adquirir, preservar y hacer accesible la más amplia variedad de materiales, que reflejen la pluralidad y la diversidad de la sociedad”. Obviamente, se da por hecho que esta declaración de principios no resulta aplicable en regímenes totalitarios o “falsas democracias”, pero debería constituir un elemento intrínseco de la filosofía que un bibliotecario debe aplicar en el desarrollo y acceso a la colección de las bibliotecas de un estado moderno y democrático. Por mi experiencia, tanto desde el punto de vista bibliotecario como de usuaria, nunca me he topado con una práctica abierta de censura en ninguna biblioteca. No obstante, en países como Estados Unidos, todavía se produce la práctica de la censura de una forma deliberada hasta el punto de que existe una “Oficina por la Libertad Intelectual” en el seno de la ALA (American Library Association) que se dedica, entre otras cosas, a elaborar una lista de los libros más frecuentemente censurados en bibliotecas norteamericanas. Si analizamos esta lista, podemos observar que los motivos más habituales para la prohibición de un libro son: la presencia de sexo explícito, homosexualidad, lenguaje ofensivo…
Si tenemos en cuenta la recomendación de la IFLA, podríamos concluir que las bibliotecas deberían contar entre sus fondos con literatura de publicación independiente en respuesta a esa “pluralidad y diversidad de la sociedad”. Es obvio que si las bibliotecas españolas (no entro en las norteamericanas) no tienen o tienen poco material independiente en sus colecciones no se debe a una censura directa, como es el caso de los ejemplos mencionados de la lista de la ALA, sino que se trataría más bien de una omisión indirecta relacionada no con aspectos ideológicos sino más bien de tipo comercial y/o presupuestario, como explicaré más adelante.
La adquisición de libros en bibliotecas
La compra de libros en bibliotecas se ha nutrido tradicionalmente de los catálogos de las editoriales, quienes en muchas ocasiones envían información a los centros bibliotecarios sobre sus novedades editoriales y también sobre sus libros antiguos en stock. Con la aparición del libro electrónico, la compra de libros en bibliotecas ha variado. Cuando hablamos de libros electrónicos, lo habitual no es contactar directamente con el editor para comprar una lista de títulos concretos, sino que las bibliotecas tienen la opción de realizar suscripciones anuales a plataformas electrónicas que contienen un amplio paquete de libros y que, además, resuelven otros problemas importantes como por ejemplo la gestión de los derechos de autor y del préstamo de los libros. Algunos ejemplos de plataformas distribuidoras de libros electrónicos son Libranda y e-Libro. En este sentido, el proyecto eBiblio, que consiste en una plataforma pública de préstamo de libros electrónicos impulsada por la Secretaría de Estado de Cultura en colaboración con las Comunidades Autónomas, utiliza la tecnología de Libranda y da acceso a un total de 1.500 libros seleccionados entre los 25.000 títulos de que dispone Libranda.
Adquisición de libros de publicación independiente en bibliotecas
Las bibliotecas todavía están sufriendo en la actualidad los efectos de la crisis económica que, inevitablemente, ha derivado en serios recortes en sus presupuestos para adquisiciones. Por tanto, es evidente que las bibliotecas no pueden contar entre sus fondos con todos los libros habidos y por haber, y es imprescindible realizar una selección.
Continuando con el caso de eBiblio, en este proyecto en concreto la selección ya les vino dada a las bibliotecas públicas participantes en el proyecto, ya que los 1.500 títulos fueron escogidos por un grupo de trabajo tal como se explica en este artículo. Si analizamos las editoriales que forman parte de Libranda, observamos que se encuentra entre ellas la editorial Bubok, dedicada en exclusividad a la autopublicación de autores independientes, lo cual a priori constituye una excelente noticia. Sin embargo, hay que tener en cuenta:
- Que no todos los libros autopublicados en Bubok forman parte de Libranda. Solamente tienen la posibilidad de formar parte del catálogo de Libranda y también de otras librerías digitales aquellos que pasen un proceso de revisión que supone un desembolso económico para el escritor independiente (este gasto no es muy elevado pero en cualquier caso no le garantiza al escritor que su libro vaya a ser elegido).
- Que no todos los libros que se encuentran en Libranda están incluidos en eBiblio. De hecho, el porcentaje es bastante bajo, sólo 1.500 de los 25.000 libros disponibles en Libranda. Siendo sinceros, es poco probable que en esa breve selección se hayan escogido títulos de autores independientes en detrimento de los grandes bestsellers.
Por otro lado, otro importante problema de Libranda, y en consecuencia también de eBiblio, es que el préstamo de libros electrónicos es incompatible con Kindle. No existe acuerdo entre Libranda y Amazon, ni para solucionar el aspecto tecnológico ni tampoco para poder ampliar la oferta editorial. Nos guste o no, Amazon tiene la mayor cuota de mercado del sector. De acuerdo con el informe Apple, B&N, Kobo, and Google: a look at the rest of the ebook market, Amazon acapara el 65% del mercado de libros electrónicos de Estados Unidos. Pero si se incluyen en las estadísticas los libros indie autopublicados sin ISBN la cifra alcanza el 74% de todas las compras de libros electrónicos de Estados Unidos. La gran visibilidad de Amazon y sus logaritmos de recuperación (que pueden beneficiar a un autor independiente hasta el punto de poder competir con autores consagrados) hacen que estos escritores elijan preferentemente esta plataforma como medio para autopublicar sus obras.
En lo referente a los libros de publicación independiente en formato impreso, en la mayoría de los casos el proceso de impresión que se sigue es bajo demanda. Es decir, no existe un stock, no se imprime una tirada de ejemplares determinada como se ha venido realizando a lo largo del tiempo por el mundo editorial tradicional. El libro sólo se imprime cuando alguien lo pide. Si a esto sumamos las dificultades para promocionar una obra autopublicada, las probabilidades de que una biblioteca, en general con poco presupuesto, solicite la impresión bajo demanda de un libro autopublicado para ponerlo a disposición de los usuarios, son considerablemente bajas. Al fin y al cabo, lo que el público demanda son sobre todo libros publicados por autores conocidos, ya sean bestsellers contemporáneos o clásicos.
Otros medios para estar presentes en bibliotecas: la donación
Queda claro que la compra de libros de publicación independiente en bibliotecas resulta compleja por motivos presupuestarios, tecnológicos y también por no saber de la existencia de muchos de ellos al no existir campañas de márketing poderosas para la promoción de estos libros. Pero, ¿qué sucede si un escritor independiente decide regalar su libro a una biblioteca? Normalmente, las bibliotecas no aceptan todas las donaciones que reciben, muchas veces por motivos de espacio. Me propuse investigar cuál era la postura de las bibliotecas en relación a la donación de ejemplares de publicación independiente y envié correos a unas cuantas bibliotecas de diferentes tipos (bibliotecas públicas del Estado, municipales y universitarias) con la intención de saber a cuáles de ellas podría enviar ejemplares de mis libros. El feedback obtenido fue altamente positivo, ya que el 100% de bibliotecas contactadas aceptaron de buen grado que les enviara ejemplares y algunas de ellas incluso me ofrecieron mucho más de lo que esperaba a cambio.
Los escritores indie normalmente no pueden permitirse económicamente imprimir muchos ejemplares de sus libros para regalar, pero desde mi postura de bibliotecaria y también de autora independiente, animo a que se planteen la donación de ejemplares a bibliotecas por varios motivos:
- Los libros que entran a formar parte de la colección de una biblioteca (independientemente de si son comprados o donados) se catalogan y se ponen a disposición del público que acude a la biblioteca. Los catálogos de bibliotecas suelen estar disponibles on line, por lo que cualquier lector puede encontrar tu libro en el catálogo de la biblioteca y pedirlo para préstamo. Además, muchas bibliotecas elaboran boletines de novedades o colocan los nuevos libros adquiridos en expositores visibles al público. Es decir, la donación de ejemplares no repercute en un beneficio económico (al menos no a corto plazo), pero sí en una promoción de tu obra.
- Algunas bibliotecas no sólo se limitan a aceptar tu libro de buen grado, sino que además te ofrecen a cambio la posibilidad de hacer una presentación del mismo en los espacios de la biblioteca. Éste fue el caso de la Biblioteca Pública del Estado Manuel Alvar, que ofrece su salón de actos a autores menos conocidos para que tengan la oportunidad de contactar con los lectores.
- Las bibliotecas, especialmente las públicas, desarrollan una función social importante, facilitando el acceso a la cultura y a la lectura. Donando ejemplares de nuestros libros contribuimos a esta función social.
Conclusión
Podemos concluir que la presencia de literatura independiente en bibliotecas es importante para conseguir esa pluralidad intelectual que se desea alcanzar. Al encontrarnos en una etapa de transición en la que se están produciendo cambios drásticos en los medios tradicionales de producción editorial, es difícil para las bibliotecas llegar a la literatura independiente. Por tanto, la donación se presenta como una forma alternativa de que la literatura indie se introduzca en los centros bibliotecarios, produciéndose un quid pro quo, en el que la biblioteca recibe gratuitamente libros para sus usuarios, y en el que el autor no gana dinero, pero sí promoción y la posibilidad de llegar a numerosos lectores.