Tumbada sobre la cama, intenta conciliar el sueño sin éxito. Los ruidos del edificio le llegan demasiado nítidos y no puede dormir. En el piso de abajo, un bebé llora desconsoladamente mientras su madre intenta apaciguarlo. En la vivienda de al lado, un vecino ronca, emite unos gruñidos insoportables como de cetáceo varado. Sobre su techo suena el chirrido de un camastro, una cadencia continua acompañada de los gemidos obscenos de una pareja joven, incansable.
Decide acabar con el insomnio inmediatamente. Se levanta, va hasta la cocina y, acompañándose de un vaso de agua, ingiere una pastillita mágica. Después vuelve a la cama y tarda escasos minutos en sentir un agradable sopor. Completa el ritual introduciendo dos tapones de material espumoso en el interior de sus oídos. Por fin, cierra los ojos y se entrega a un silencio perfecto, a una oscuridad absoluta, a un letargo irresistible. Ya no escucha el llanto del bebé, ni los ronquidos de cetáceo, ni los gemidos obscenos. Tampoco oye, horas más tarde, las sirenas de los bomberos aproximándose, los gritos de los vecinos, los golpes en su puerta, el crepitar de las llamas devorando las paredes, los techos, los muebles baratos comprados en Ikea, los suelos de tarima flotante…
© Mayte Blasco
Muy bien, con sorpresa final como debe ser.
Pero la penúltima entrada nos dejó con la miel en los labios…
Gracias, Paco
O insomnio o muerte, qué dilema!!
Yo tuve un vecino «cetáceo varado», me ha hecho mucha gracia el calificativo.
Besos, Maite
Hay mucho cetáceo suelto provocando insomnio. Exijo mascarillas obligatorias para todo el que ronque más de la cuenta, jaja. Un abrazo, Paloma.
Ya no tendrás que preocuparse por su insomnio ni los ruidos. Ahora descansa en paz.
Nada como empezar mi día con otros de tus magníficos relatos.
Manuel
Muchas gracias, Manuel. Un abrazo
Genial el giro final del relato, Mayte!!!
Es un placer leerte.
Besos.
Muchas gracias, compañera. Se me ocurrió mientras yo misma daba vueltas en la cama sin poder dormir. Un beso.
Padezco insomnio , busco en Internet los trucos/rituales/ infusiones,/pastillas para combatirlo …me da sensación que hoy conciliaré el sueño en dos minutos sin ningun ritual . Gracias por el texto. Un abrazo
Muchas gracias. Yo también tengo insomnio y precisamente este relato se me ocurrió mientras daba vueltas en la cama. Habrá que tener cuidado con las dosis de somnífero… Un abrazo.
Me encantó 🙂
Muchas gracias, Úrsula
¡Muy bueno el relato, Mayte! Es lo que tiene el sueño profundo, que a veces depara sorpresas…¡Un abrazo!
Gracias, Jorge. Un abrazo
Ante la duda de insomnio o muerte… prefiero el insomnio.
Supongo que la protagonista no imaginaba lo que iba a ocurrir cuando tomó el somnífero… Gracias por pasar por mi blog.
Ya sabes lo que dice la sabiduría popular… después de visto todo el mundo es listo, jeje.
En mi blog puse el otro día un comentario sobre tu novela, por si te apetece echarke un vistazo.
Uffff pobre prota, vaya final inesperado. Yo soy más de tomarme una bebida antes de dormir, pero en vez del típico vaso de leche delicioso, yo prefiero un gin tonic cargadito y luego a roncar, porque confieso que ronco (o eso dicen).
Me ha encantado tu micro. Un abrazo Mayte.
Jajaja… Voy a tener que probar tu truco del gin tonic para las noches difíciles. Abrazos
Como siempre, consigues meter al lector dentro de la historia con muy pocas palabras. Mi admiración 👏🏻👏🏻
Tener tu admiración es un gran honor, con lo buen escritor que eres… Abrazos, Capitán
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