Sigo el blog de Aránzazu Gordillo desde hace tiempo. Me gustan las cosas que cuenta y sobre todo cómo las cuenta. Por eso, cuando supe que había publicado un libro de relatos, tuve claro que lo leería.
Estos peces sin ojos, publicado por la editorial Camelot, recoge un conjunto de trece relatos independientes, aunque con ciertas conexiones entre algunos de los personajes que aparecen. Los relatos están escritos con una prosa sobria, limpia de retórica vacía pero cargada de simbolismo y pequeños detalles que a veces te hielan la sangre (esa limpiadora, por ejemplo, que quita con sus propias manos las huellas de los zapatos que el ahorcado ha dejado sobre la silla antes de suicidarse). Los relatos despiertan emociones en el lector, pero no se aprecian rastros de ese sentimentalismo fácil del que creo que tratamos de huir todos los que escribimos.
Los personajes que circulan por estos relatos son personas corrientes que a menudo se buscan a sí mismas y que parecen vivir vidas que no desean. A veces los personajes deben estar en un lugar determinado en un momento concreto, pero no están, y esa ausencia o tardanza en llegar hace que pierdan su tren y que su destino le sea entregado a otros (esto sucede en dos de los relatos que más me gustaron: Brujas y Sin hache).
La locura es un tema recurrente. Vemos historias que transcurren en psiquiátricos o que están protagonizadas por personajes que han perdido la cordura (No rusa, Ropa sucia...). También la muerte está presente en varios relatos, así como la infelicidad matrimonial o el reencuentro con el pasado. Pero quizás el tema más presente en todo el libro sea precisamente el de la literatura. Muchos de los personajes que aparecen en los relatos son escritores: unos tienen éxito, otros se esconden tras la incierta profesión del ghost writer o negro literario. Dos relatos (Encontrar teorías y El último huésped) tratan de forma directa la relación entre ficción y realidad. Cada relato se inicia con una cita literaria y en muchas de las historias se mencionan libros y nombres de escritores reales: Carver, Hemingway, Poe… Sin duda alguna, Aránzazu Gordillo dedica su particular homenaje a la literatura y a los escritores que admira en esta opera prima. Y en este homenaje no podía faltar Vila-Matas, un escritor que me consta que ella admira de forma especial. En el relato titulado Encontrar teorías, el propio escritor es uno de los personajes de la historia. Tal como la autora explica en la nota final, se trata de un «juego de espejos» con la obra Perder teorías de Enrique Vila-Matas.
El orden de los relatos no parece casual. El primero de ellos se titula La luz adecuada. El argumento de este relato gira en torno a la relación íntima del artista con su obra, la mercantilización del arte y el lado oscuro del éxito. La protagonista sueña con el éxito, pero la difusión de uno de sus cuadros la obliga a hacer ciertas concesiones y siente que su obra ha dejado de pertenecerla. Esta sensación puede trasladarse de las artes plásticas a la literatura, por lo que quizás no es casual que Aránzazu lo colocara en primer lugar. Del mismo modo, el relato titulado Vértices está ubicado al final de manera deliberada. Parece un relato «fabricado» para unir varias de las historias previas, ya que en él se hace referencia a personajes y situaciones que sucedieron en los relatos anteriores. Parece, por tanto, un final cerrado. Pero no nos equivoquemos. La misma protagonista del último relato lo niega: «Porque los finales no existen. Los finales no son otra cosa que sutiles principios».
Aránzazu Gordillo ha escrito un magnífico libro de relatos que recomiendo y que espero que tenga muchos lectores. Sin duda lo merece.
Muy buena reseña, Mayte.
Le deseo éxito a Aránzazu.
Muchas gracias, Paloma. Un abrazo
¡Qué interesante! Muy buena reseña, despierta las ganas de leerlo. Abrazos.
Gracias, Laura. Ya me contarás si decides leerlo. Un abrazo.
Yo también sigo a Aránzazu (por cierto, si lees esto hoy, ¡felicidades!) y tengo su libro en cola. Creo que subirá unos puestos en mi larga lista después de tu magnífica reseña.
Un besote. 🙂
Eso mismo hice yo, subirlo varios puestos en la larga lista de libros pendientes. Un beso, Luna
Gracias, Luna. Espero que disfrutes de «Estos peces sin ojos» tanto como disfruté yo escribiendo.
Un abrazo.
Creo que esta vez me he quedado sin palabras. Gracias infinitas, Mayte.
Eres muy generosa con tu estupenda reseña. Me alegro haber estado a la altura.
Gracias.
No me des las gracias. Ha sido un verdadero placer leerte. Un beso.
Una reseña de categoría, Mayte. Deja con ganas de ponerse con el libro pero ya. Me anoto la obra de Aránzazu para su lectura. Como género (para escribir y leer), el de los relatos cada vez me gusta más.
Gracias, Jorge. Creo que te gustará este libro. Ya me contarás si lo lees. A mí también me gustan cada vez más los libros de relatos. Un abrazo
Pues pinta muy bien ese libro… 🙂
Gracias por leer la reseña, Capitán.
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