¿Una niña perdida? No, yo no he visto nada, señor agente. Llevo aquí en este banco leyendo el periódico desde hace mucho rato. De vez en cuando me gusta mirar a los transeúntes: los viejitos paseando perros, las parejas jóvenes cogidas de la mano, los adolescentes en patinete, los niños, las niñas… Esos pelitos rubios y lisos como de princesa, esos ojitos azules, esos labios de color rosa, esas manitas… Pero no, señor agente, yo no he visto a ninguna niña perdida, palabrita.
Difícil decir -o mejor sugerir- más con menos palabras. Otra vez dinamita pa los pollos…
Un abrazo, Paco
Gracias, Paco. Abrazos
Como quien dice, el pez muere por la boca. Ingenioso relato.
Gracias, Manuel. Abrazos
Por nada Mayte. Siempre es un placer leerte.
Unas solas líneas indirectas y te da una terrible sensación en el estómago. Muy bueno.
Gracias, Paula. Un abrazo
Espero que pronto se encuentre entre las páginas del periódico, espero que en la sección que no se imagina. Inquietante.
Sí, tal vez su nombre aparezca en alguno de los titulares… Gracias por tu comentario.
Uffff te pone los pelos de punta. Dices mucho (o incluso todo) en apenas unas líneas. Me ha gustado. Un abrazo Mayte.
Gracias por leerlo, Carlos. Otro abrazo.
Podría ser ese vecino siempre amable y correcto. Y los agentes… Esos torpes adalides de la ley el orden.
De nadie se puede una fiar en estos casos… ¡Saludos!
Pocas palabras pero inteligentes, mucho significado. Un saludo.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo
Luego lees en la noticias: «Era una persona normal del barrio…»
Pues sí, eso es muy típico…