Lídia Castro, escritora y bloguera muy apreciada por mí y por muchos de los que transitamos estos espacios cibernéticos, escribió con diecisiete años esta pequeña y deliciosa obra titulada Ángela: el despertar del amor y de la espiritualidad.
Puedo imaginarme a una Lídia Castro adolescente sentada frente a una mesa de madera en la soledad de su habitación, llenando páginas y páginas de un cuaderno de hojas cuadriculadas porque tal vez, en aquellos lejanos años de mediados de los 90, no tuviera un ordenador personal donde poder escribir. Puedo imaginármela acudiendo a la biblioteca pública, buscando en un atlas un lugar de la geografía norteamericana que le cuadrara para ubicar su historia…
Aunque Lídia, ya adulta, realizó una revisión de la novela —supongo que se trataba de una corrección necesaria para la publicación de la obra—, el libro conserva totalmente la esencia de esa juventud con la que Lídia lo escribió. Se trata de una novela corta escrita con un lenguaje sencillo y destinada a un público juvenil, aunque también la recomiendo para lectores adultos que todavía no hayan olvidado su adolescencia.
La protagonista del libro es una chica llamada Ángela que vive en un pequeño pueblo del estado de Iowa, en Estados Unidos, junto a su familia. La historia se desarrolla durante la Navidad del año 1971-1972. La visita de su tío Jack, viajero y escritor muy vinculado a las corrientes espirituales budistas e hinduistas, así como la repentina enfermedad de su padre, conducen a Ángela a un cambio drástico en su forma de pensar y de vivir. Al mismo tiempo, la novela cuenta la relación de la protagonista con su mejor amigo, Kurt. Entre ellos comenzarán a surgir sentimientos que trascenderán la barrera de la amistad.
Me ha llamado mucho la atención que Lídia haya escogido un lugar tan remoto y desconocido para situar la ubicación de su historia. Tal vez en la época en la que la escribió se sentía atraída por ese país (reconozco que a mí también me pasaba; tanto cine y series yanquis al final influyen poderosamente en nuestras preferencias). En cualquier caso, Lídia realiza una buena recreación de ese pequeño pueblo de la América profunda. También hace referencia a detalles históricos sucedidos en Estados Unidos: el asesinato de Martin Luther King, la leyes de segregación racial… Si tenemos en cuenta que el libro lo escribió siendo aún menor de edad, hay que reconocerle un enorme mérito.
Un detalle metaliterario que me ha parecido curioso es la mención de un libro titulado Sana animarum. La protagonista lee este libro en un momento dado de la historia. Supuestamente se trata de un libro escrito por su tío Jack, aunque la realidad es que este libro existe verdaderamente y también está escrito por Lídia (aún no lo he leído, pero lo haré).
En definitiva, me ha parecido una lectura entretenida y ligera que me ha ayudado a conocer más a la autora. Porque como siempre que leo un libro de alguien conocido —en este caso conocido de forma virtual—, me pregunto cuánto habrá de la autora en la protagonista de su obra.
nice
Gracias 🙂
Ay, puedo decirte que no he podido dejar de sonreír mientras leía? Esa sonrisa inocente de quien se siente reconocida en la descripción que otra persona esta haciendo de ella… 🙂 Me has conmovido con tus palabras, Mae, porque realmente parece que me vieras por un agujerito en mis noches de escritura encerrada en mi cuarto, con mi libreta de espiral y cuadros… esas visitas a la biblioteca para buscar información y perder mis nervios al ver que había demasiadas cosas que no sabía sobre ese país, pero queme atraía en desmesura, como bien dices, por la influencia, en mi caso, de la música. Mis mayores ídolos musicales de la época grunge eran todos de EUA y era inevitable que tuviera mi mirada puesta al otra lado del charco. Luego esa faceta me pasó jajaja
Muchísimas gracias por una reseña tan íntima y personal, me da un poco de yu-yu pensar que puedas ver tanto de mí leyendo mis letras jijiji
Me alegra que hayas disfrutado la lectura, o que se te haya hecho amena.
Un abrazo enorme, Mayte!! ❤
De nada, amiga. Me alegra que te haya gustado la reseña. En realidad, no me ha costado mucho imaginarte en tu época adolescente porque creo que tú y yo éramos muy parecidas. Yo también me pasaba horas encerrada en mi cuarto leyendo y escribiendo, escuchando a Nirvana y Guns’ n Roses (y a veces pensando en chicos que no me hacían ni puñetero caso…). Un fuerte abrazo, Lídia.
jajajaja Igualitas, creo que éramos igualitas!!
Abrazo enorme de vuelta, Mayte 🙂 🙂
Reblogueó esto en El Blog de Lídiay comentado:
No puedo sino invitarte a leer la reseña que Mayte, de El Blog de Mae ha hecho de mi novela Angela. Me ha emocionado con sus palabras, por ser capaz de ir más allá de mis letras y ver mi yo adolescente. Mil gracias por tus palabras, Mayte. ¡Abrazos!
Es una reseña íntima y detallista, escrita con el mismo mimo que pones en todos tus textos. Un besazo.
Muchas gracias, Carlos. Lídia no merecía menos. Un beso.
Preciosa reseña, Mayte. Feliz de leerla y feliz por lo feliz que debe de estar nuestra amiga Lídia de haberla leído.
Un beso
Muchas gracias, Paula. Un beso
Muy bella reseña para la novela de Lídia. No le he leído, pero sabiendo lo bien que escribe seguro que está muy bien.
Un abrazo.
Me lo apunto, Mayte.
Lídia es especial y haces una reseña estupenda de unos de sus escritos a su tierna edad. Saludos.
Me gustó mucho leer ese libro de Lídia. Un abrazo
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