En estos días inciertos, tengo muchísimas ideas en la cabeza, muchísimas ideas para plasmar en forma de relatos. Tengo más tiempo libre (mi lugar de trabajo ha cerrado y puedo hacer poco desde casa). Podría escribir mientras mi hijo juega o turnándome con mi marido como hacemos normalmente. Sin embargo, hay algo que me impide escribir. Tengo la extraña sensación de que las cosas ya no son como antes, de que algo ha cambiado y que lo que ayer era importante hoy ya no lo es. Quiero participar en algunos concursos literarios, tengo material para enviar. Pero no sé si esos concursos seguirán adelante. Algunos piden que el envío de las obras se realice por correo postal. ¿Cómo voy a acercarme a una oficina de correos para participar en un concurso literario? Me parece una frivolidad (a parte de que un policía podría amonestarme y mandarme de vuelta a casa).
Por otro lado, los momentos de crisis son los más inspiradores. ¿Cómo resistirse a esa catarsis?
Anoche participé en una propuesta audiovisual que sugirió en su perfil de facebook el microrrelatista Manuel Montesinos. Como otros artistas, los escritores de microrrelatos también se han sumado a la tendencia de volcar su obra en las redes sociales para entretenimiento de los «confinados». En este caso, se trataba de leer un microrrelato y colgarlo en la red. Nunca había publicado un vídeo mío, así que esta crisis también me está sirviendo para superar miedos escénicos. Aquí está, por si queréis verlo: https://www.facebook.com/mayteblascobermejo/videos/572010870190847/
Espero que todos mis lectores y colegas blogueros estéis bien. Parece que esto va a ser una carrera de fondo y solo nos queda tratar de resistir hasta el final sin perder la esperanza.
Estupendo y novedoso lo del microrrelato leído por la autora, y muy acertada la elección del pendiente.
Ojalá vengan mejores tiempos para la lírica (y la épica y la dramática).
Un abrazo virtual, Paco.
Gracias, Paco. Ya sabes, me gustan los pendientes grandes y folclóricos. Nunca son buenos tiempos para la lírica. Ahora supongo que menos aún. Cuídate mucho.
Querida Mayte, siento que estamos siendo protagonistas de un relato de ciencia ficción y no sabemos qué final tendremos, algunos con más probabilidades de desaparecer de la historia que el resto. Pero en fin, la misma sensación e inquietud que experimentas las vivimos todos. Es un gran estado de incertidumbre general, global. Por acá solo ayer se suspendieron las clases, se cerraron las fronteras y se tomó más en serio lo de la epidemia. Además llegarán los días más fríos y no se anticiparon las fechas de vacunación contra la influenza para los adultos mayores y personas en riesgo. Están iniciándola ahora, cuando ya no es conveniente acudir a lugares con aglomeraciones. En fin
Me cuesta distraerme escribiendo, me resulta más fácil leer. Pero me esforzaré, me hará bien, al menos me distraerá.
Felizmente los abrazos virtuales no infectan (hasta el momento…).
¡Recibe mi afecto en un gran abrazo!
Querida Sari. Entiendo tu miedo y tu preocupación. Cuídate mucho. No salgas de casa más que para comprar comida. Desde aquí te mando un abrazo fuerte y te deseo toda la suerte y salud del mundo para superar este momento.
Gracias, Mayte! Desperté de madrugada con un temblor, lo que nos estaba faltando…
Me encantó verte y oírte en el vídeo. ¡Excelente relato!
¡Besos!
Uy, no, un terremoto ahora no…. Gracias por ver el vídeo. Otro abrazo fuerte.
Entre leerte y escucharte. me quedo en el facebook.
Los mejores deseos para ti y tu familia
Manuel
Gracias, Manuel. Suerte y salud para ti y tu familia.
Superaremos estos momentos difíciles, que nadie tenga la menor duda. Vamos, muy mal tendríamos que hacerlo para que no fuera así. Pero creo que la ciudadanía está respondiendo de forma ejemplar y que se lo ha tomado muy en serio. Algunas facetas (me) producen un poco de risa e incredulidad, como lo de arrasar los supermercados, pero hay que ser comprensivos y pensar que ese pánico ha de tener alguna espita por donde liberar la presión. Me hizo gracia un transportista que suplía grandes almacenes porque dijo, mostrando unas grandes naves: «tranquilos, que el papel higiénico no se va a acabar». Y se reía. Me hizo gracia. Una pequeña inyección de humor y optimismo (y sentido común).
Una de las cosas más «sorprendentes» es pensar que veíamos el virus en China y podíamos pesar que quedaba muy lejos y que aquí estábamos tranquilos. Y en cuatro días se ha plantado aquí y golpea fuerte. Ha sido todo muy rápido. Es así. Nuestro amiguito no tiene contemplaciones ni hace distinciones.
Otra de las cosas que he pensado es que estos en teoría son «buenos tiempos» para la gente que escribe. Se puede profundizar en la creatividad y la inspiración. Vamos, por lo menos tiempo libre tenemos más. Creo que esto es extensible para los que escribimos y publicamos en la blogosfera. Te voy a confesar, ahora que no nos lee nadie, que me gustaría leer algo realmente inspirador, brillante, emotivo, profundo, hermoso, sobre esta crisis. Como tener la secreta esperanza de que alguien escriba algo así. Podrías ser tú.
Yo estoy bien. No estoy preocupado excesivamente (pre-ocuparse). Prefiero ver los acontecimientos desarrollarse por sí solos, con calma. Este confinamiento no me afecta especialmente, interior o emocionalmente. Estoy acostumbrado a y me gusta la soledad, no tengo inconveniente en decirlo abiertamente. Me gusta y me gustan la tranquilidad, la quietud interior, el silencio. Paso largas horas en soledad. ¿Y qué? En cierta forma es confinamiento a nivel mental. Aunque por otro lado no me siento «aislado».
Vivimos días extraños. El aspecto fantasmagórico de calles y ciudades tiene ese tono apocalíptico e irreal, pero también fascinante. Quizá irrepetible, quién sabe. En cuanto al parón brutal de la economía pues tres cuartos de lo mismo.
Estás muy bien en el vídeo. Bien hecho. Muy bonitos y grandes tanto los pendientes como los ojos. Has elegido muy bien ambos complementos. Jajaja. El relato… recuerdo haberlo leído. Ostras, que antipático es tragar alimentos sin sentido del sabor. Qué «esaborío», como dicen los andaluces.
Cuídate Mayte.
Me alegro de que te encuentres bien. Yo estoy empezando a asustarme. Ya tengo amigos que han pillado el bicho, y una conocida está ingresada. Como bien dices, desde la tele parecía que esto nunca nos iba a pillar a nosotros. Nos creíamos que el virus se quedaría en China, nos reíamos de los chinos. «¡Qué exagerados!», pensábamos. Y cuando el bicho se vaya, tal vez las cosas ya nunca vuelvan a ser como antes. Habrá un antes y un después.
Correrán ríos de tinta sobre el coronavirus. Los blogueros y escritores escribirán sobre esto a destajo. Yo solo soy una más, aunque me halaga que pienses que yo podría escribir algo brillante sobre el tema.
Gracias por ver el vídeo. Me daba vergüenza grabarme, pero pensé: «Si esto es el apocalipsis, ¿a quién mierda le importan las vergüenzas?».
Cuídate, amigo.
Tienes toda la razón. Ahora tenemos tiempo para escribir, pero una extraña culpa o desconcierto nos lo impide.
Un abrazo.
Así es, Aránzazu. La culpabilidad de querer escribir en un momento en el que hay tanta gente enfermando.. Un abrazo.
Como casi siempre, la realidad supera a la ficción y proporciona –aunque maldita sea la gracia– no poco material para nuevos relatos. Me siento familiar con la sensación que describes –el ansia de escribir y la pertinencia o no de hacerlo, de seguir como si nada–. Habrá que madurar un poco esta situación extraña y complicada.
Me ha gustado el relato, tanto más cuando lo recita la autora.
Un abrazo, ánimo y salud.
Es un sentimiento desconocido el que estamos viviendo. Yo nunca me había sentido así.
Gracias por ver el vídeo. Anímate y únete a la propuesta. También a mí me gustaría escuchar de tu voz alguno de tus relatos. Un abrazo.
Yo soy más tímido que tú, me temo. Voy a tener que escucharte un par de veces más antes de animarme ;-). Abrazo fuerte.
Yo soy súper tímida para estas cosas, Jorge. Lo hice porque nos encontramos en una situación excepcional. Si te animas, déjame aquí el link y lo comparto con Manuel Montesinos, el instigador de la propuesta. Abrazos!!
He visto el vídeo y tanto el relato como tú, estáis brillantes.
En cuanto a la situación ¿qué decir? es un tiempo extraño además de preocupante. También opino que, cuando esto acabe, muchos ya no seremos los mismos. Nos esperan tiempos convulsos, eso si salgo de ello, que voy teniendo ya mis años… Cuídate.
Un abrazo.
Gracias, Estrella. Cuídate mucho. No salgas de casa más que para comprar víveres. Nos esperan tiempos convulsos, está claro. Cuando el virus se haya ido nos encontraremos con una economía devastada. Me temo que habrá que padecer una nueva crisis económica. Un abrazo.
Muy buena iniciativa y también el relato.
Yo también tengo sentimientos encontrados estos días, supongo que es lo normal cuando los cimientos se tambalean. Pero no nos queda otra que afrontarlo con energía y optimismo.
Yo sigo escribiendo, aunque de momento no me apetece escribir nada relacionado con el virus ni sus consecuencias. Supongo que cada uno lo encaramos de una manera.
Bueno, en cualquier caso, te deseo a ti, a los tuyos y a los demás blogueros mucha salud y ánimo.
Un abrazo, Mayte.
Yo también te deseo salud y suerte, Capitán. Cuídate.
Hola Mayte, comparto tus palabras. Cuesta concentrarse con lo que tenemos alrededor. Yo teletrabajo y tengo ocupadas bastantes horas del día, pero por las tardes, cuando el cuerpo me pide salir a dar una vuelta, me siento preso y aún consciente de que es lo necesario, no puedo evitar que a veces me de el bajonazo. Parecemos protagonistas de una serie de tantas que existen en las plataformas televisivas, con la diferencia de que esto no es un capítulo más. Esto va en serio.
Por cierto, muy bueno tu relato. Me ha hecho ilusión conocerte en casi-persona 😊
Cuidaros mucho y un abrazo virtual, que de esos, si se pueden dar.
Gracias por pasarte, Carlos. Me alegra saber que te encuentras bien. Yo de momento el encierro lo llevo bien, a pesar de vivir en 50 metros cuadrados con un niño de 5 años que necesita moverse todo el día… Sobre las 6 de la tarde, igual que a ti, me da el bajón (una especie de ansiedad o claustrofobia). En fin, habrá que aguantar hasta que nos digan…
Me dio un poco de vergüenza colgar el vídeo, pero bueno, ahí está, para la posteridad. Un fuerte abrazo y mucho ánimo.
Lo primero voy a ver el vídeo y de seguido vuelvo.
Eres valiente y generosa ofreciendo este relato de primera mano. En estos tiempos turbulentos es fácil perder la concentración y casi prefiero esbozar apenas unas frases que el día de mañana sirvan de semilla para un relato. Un abrazo.
Gracias por pasarte y ver el vídeo, Carlos. Un fuerte abrazo. Cuídate
Pingback: Escribir en tiempos del coronavirus — El blog de Mae – Luna Olvera
A mí también me pasó igual, apenas ayer me armé de valor y salió mi primer post sobre esta situación. Ahí vamos, retomando los escritos.
Saludos!
Gracias por pasarte, Jessica. Mucho ánimo. Un saludo