Relatos del lobo enjaulado, de Manuel Ortuño

De un tiempo a esta parte me interesa mucho la narrativa breve. Me fascina la capacidad de un buen relato para seducir en unas pocas páginas (incluso en unas pocas líneas), el arte de jugar con esos huecos vacíos que el lector debe rellenar, elementos que en cambio no son tan frecuentes en la novela. En este sentido, cuando Manuel Ortuño me ofreció un ejemplar de sus Relatos del lobo enjaulado, acogí su propuesta con la promesa de leerlo más pronto que tarde y escribir una reseña.

Esta antología reúne trece relatos de temática y longitud variadas. La mayoría de las historias son realistas, aunque hay unas cuantas en las que el componente fantástico representa un papel importante en la trama, como sucede en Un truco de magia, Últimos días de felicidad o Mediaoreja. El orden de los relatos en una antología es un elemento en el que suelo fijarme de manera especial. Siempre me pregunto por qué el autor habrá elegido ese orden y no otro. En este caso, no se me ha pasado por alto el hecho de que los relatos más fantásticos (e incluso más inocentes) están colocados hacia el final del libro. No sé si será una casualidad o no, pero yo lo he percibido de esta forma.

Los temas que circulan por esta antología son diversos: la familia (con sus secretos ocultos), el amor (y la locura), la niñez (con su lado inocente y su lado perverso)… En muchos de los relatos los personajes esconden intenciones ocultas detrás de lo que a primera vista aparentan, dando lugar a curiosas vueltas de tuerca como sucede en Un buen hijo o Todos queremos al tío George.

De todos los relatos, me gustaría destacar tres de ellos de forma especial. En primer lugar, el relato titulado Asesinato cometido justo antes de escribir, que más que un relato yo lo calificaría de microrrelato. En él narrador y personaje confluyen en una misma persona, pero en planos temporales y espaciales distintos, lo que me pareció de gran originalidad. En segundo lugar, El corredor, un relato muy bien construido con un contexto sociopolítico interesante, un protagonista muy bien trabajado y una historia llena de matices y giros inesperados. Y, finalmente, Últimos días de felicidad, un cuento muy bello y nostálgico que narra la historia de tres niños que pasan juntos el último verano de sus vidas antes de perder la inocencia, antes de convertirse en adolescentes.

Al final del libro, Manuel Ortuño nos obsequia con un apartado muy personal al que ha titulado Post scriptum, una suerte de making-of en el que explica el origen de algunos de los cuentos. Me ha sorprendido que el relato Amor eterno y otras enfermedades fuese casi autobiográfico (también me ha parecido muy valiente por su parte atreverse a confesarlo). Y, por supuesto, lo que cuenta sobre el último cuento, dedicado a sus hijos, me ha resultado de lo más entrañable.

Esta antología está publicada por la editorial Niña Loba. Si están interesados, pueden adquirir un ejemplar desde su página web.

6 comentarios en “Relatos del lobo enjaulado, de Manuel Ortuño

  1. Suena interesante. A mí también me atraen los relatos, me parece muy difícil conseguir que sean redondos, más que una novela. Al fin y al cabo y en general, cuanto menos hay, más fácil es ver las carencias.
    Un besote

  2. Yo soy un enamorado de los relatos, aunque como sabes, leo de todo. He leído la reseña y has conseguido interesarme. Debo añadir que tu reseña está muy bien estructurada y que además confío plenamente en tu criterio. Como tengo cerca mi cumpleaños, igual pido que me lo regalen 😉 Un abrazo Mayte.

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