Vida nueva

cena-nochebuena-2La familia, reunida en torno a la mesa, roza sus copas de champán y piensa en sus deseos de año nuevo. La abuela, que rivaliza con sus amigas por ver quién tiene más nietos, desea que su nuera y su hijo tengan un bebé. Está complicado, pues su nuera está a punto de cumplir cuarenta y cinco años, pero ella no pierde la esperanza de tener otro nieto que haga algo de compañía a Pedrito. Este, que ya es un adolescente de trece años, no quiere saber nada de hermanos. Su único deseo de año nuevo es poder dar su primer beso a una chica. Su padre, escritor aficionado, sueña con encontrar una editorial que publique su novela, mientras que la madre lo único que desea es conservar su matrimonio y que la familia no se rompa. Mientras sonríen y se abrazan, ignoran que el año nuevo no traerá ningún nieto a la familia. Pedrito vivirá su primera decepción amorosa al ser rechazado por la chica que le gusta. El padre no encontrará ninguna editorial que quiera publicar su mierda de novela y, por si fuera poco, recibirá por correo electrónico una foto de su mujer acostándose con otro hombre que supondrá el fin de su relación. Sin embargo, nada de eso importa ahora: bajo el efecto del alcohol y el pitido de los matasuegras, todos piensan que es fin de año, la noche en la que dicen que todo comienza.   

#cuentosdeNavidad

22 comentarios en “Vida nueva

  1. Unos augurios de brinco y espanto para empezar el año. Todo un caso de familia. Estupendo relato Mayte. Que hayas tenido una Feliz Navidad y un deseo, para ti y tu familia, un Nuevo Año de lo mejor. Un gran abrazo.

  2. Paco Mendoza

    Dinamita pa los pollos, podríamos decir. Me encanta, alimenta mi nulo espíritu navideño. Y poco se tiene que esforzar el año nuevo para mejorar el que acaba.
    Un abrazo, Paco

  3. Puro ácido y realismo. Me arrancas una sonrisa. Los deseos y expectativas, aunque puedan parecer muy humanos y comprensibles, son a la vez bastante absurdos. Y más si, como plasma el cuento (y el pretendido espíritu de estas fiestas) las imágenes mentales que fabricamos en nuestro interior (esas estampas, digamos) no tienen nada o poco que ver con cómo es o será la realidad.
    Entonces, si te dijera «felices fiestas» la reacción lógica podría ser que nos troncháramos de risa. Habría que matizar: esa felicidad deseada se refiere a disfrutar de los momentos y experiencias presentes (por ejemplo junto a la familia y seres queridos) pero… ¡¡no dejes volar los pajaritos y las fantasías en la cabeza!! Buff, ¿demasiado complicado?
    Bueno, hay una sentencia budista que dice «puedan todos los seres ser felices» y me gusta más porque es más genérica. No se ciñe a fechas, costumbres ni convencionalismos sociales. Desear felicidad está bien, y una vez más es humano. Busquémosla más en nuestro interior y tomemos la realidad tal y como venga, con lo que se supone es «bueno» (¿?) y «malo» (¿?).
    Un abrazo.

    1. Hola, compañero. Siempre es gratificante verte por aquí. Lo has explicado muy bien: los deseos y expectativas son muy humanos y comprensibles, pero a menudo son poco realistas. Sobre todo los típicos deseos de año nuevo, que muchas veces (aunque no siempre) se quedan en agua de borrajas. ¡Un abrazo!

  4. La noche de Navidad tiene esa magia. Todo se olvida y flotamos en un equilibrio muy frágil. Mejor disfrutarla y dejarse arrastrar por unas gotas de alcohol. Mucha suerte en el concurso. Salud y alegría para ti y los tuyos. Un fuerte abrazo, adelante!

  5. Genial Mayte. Es que esa frase que todos decimos de «con mis mejores deseos» ni siempre es cierta, ni siempre se puede llevar a cabo. Es obvio que todos deseamos lo mejor, pero eso es irrelevante ante el devenir de la vida, que nos mostrará un abanico de alegrías y decepciones, algunas serán recuperables, pero otras no tanto. Lo mejor será que podamos sortear los baches que nos mostrará el año recién entrado, yo casi que con eso me conformo jajaja. Me ha encantado. Un fuerte abrazo y a por el nuevo año.

  6. Se confirma, el fracaso se gesta en la esperanza vana. Todos un baño de posible realidad en este ácido relato. A pesar de todo no les queda otra opción que seguir adelante. Un besazo.
    Quizás sea que aderezar la ensalada con vinagre de vino…
    Feliz Año Nuevo.

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