La mujer sostenía su bebé muerto entre los brazos. Era ya la tercera vez que perdía un hijo antes de haber nacido. El hombre la abrazó, mirando con tristeza el pequeño cuerpo que su amada acunaba. Ella era esbelta y de rasgos delicados. Él era fuerte, de aspecto rudo pero corazón sensible. El chamán de la tribu había condenado su historia de amor como una relación maldita.
Varios milenios más tarde, cuando encontraron sus cuerpos abrazados, los científicos determinarían una incompatibilidad cromosómica que hacía imposible la procreación entre la bella homo sapiens y el tosco neandertal.
Muy original tu final. Se espera todo, menos ese. Me gusto mucho.
Muchas gracias. Siempre me impactó la idea de que dos especies humanas convivieran juntas durante muchos milenios. Seguro que tanto tiempo dio para muchas historias de amor…
¡Buena reflexión! Sin duda, el conocimiento nos hace acertar en la vida y tomar decisiones que nos hagan felices.
Muy bonito Mayte. Un relato redondo de los que me gustan a mí. 😉
Muchas gracias, Sara