El lunes comió con Marta, una morena bonita, culta y de conversación inteligente. Pero Marta era muy bajita y a él le gustaban las mujeres altas. El miércoles quedó con Mónica, una chica sensual de ojos verdes y pechos grandes. Pero Mónica tenía un inconveniente: no le gustaba ver películas en versión original y él, bajo ningún concepto, estaba dispuesto a ir al cine a ver versiones dobladas. El viernes cenó con Cristina. Esta vez casi creyó encontrar a la mujer de su vida. Cristina poseía todo lo que él buscaba en una mujer, salvo por un detalle: tenía un hijo de una relación anterior. Y él, por descontado, no estaba dispuesto a cargar con los niños de otros. El sábado no le quedaban citas pendientes, pero no importaba. Accedió a la aplicación del móvil y pensó que, en ese extenso catálogo, seguro que acabaría encontrando a la mujer perfecta.
Pues encontrar la perfección, no la va encontrar porque no existe. Y menos con una aplicación! 😅
En fin, es difícil dar con la persona adecuada cuando se es muy exigente, lo puedo entender, porque yo soy igual!! 😉 Un abrazo, Mayte! 😊
Efectivamente, la mujer perfecta no existe (ni el hombre perfecto). Pero hay gente que cree que puede encontrarlo, así que se pasan la vida buscando en vano y dejando pasar grandes oportunidades. Abrazos, Lidia!!
Pues lo tiene oscuro, el amor, cuando se siente, es capaz de disfrazar los pequeños defectos como grandes virtudes. O es otra cosa. Un beso.
Cierto, lo tiene complicado para encontrar el amor este muchacho… Un abrazo
El amor no entra por los ojos, sino por el corazón y generalmente nos suele sorprender sin avisar. El prota de tu relato me da hasta pena. Allá él. Un abrazo.
Sí, a mí también me da lástima. Nunca podrá enamorarse de verdad. Un abrazo
a veces uno tiene que probar y comprobar para poder decidir
Es verdad. Pero no creo que sea bueno ser demasiado exigente. Es imposible que te guste absolutamente todo de tu pareja. Un saludo y gracias por comentar
He leído algunas de tus historias y son muy realistas. Me gusta tu estilo literario. Felicidades, seguiré leyendo.
Muchas gracias, Juan. Me gusta la literatura realista, tanto para leer como para escribir. Te agradezco que hayas pasado por mi blog y que hayas dedicado tu tiempo a leer algunas de mis entradas. Un saludo!!
Felicidades, es realmente bueno! Picaflores haberlos haylos. Abrazo
Muchas gracias, Ursulina. Un abrazo
Vi el enlace y no pude resistirme… Lo he recordado al final, porque lo leí hace ya bastante tiempo, ya te comenté al respecto. Muy bueno, la búsqueda de la perfección puede ser desquiciante, agotadora y hasta absurda, eso si existe tal cosa. Muy bueno. Y es verdad, el prota da hasta pena.
Desde que existen esas aplicaciones para ligar, hay mucha gente con este problema. Conozco a un tipo que incluso se hizo una tabla excel con los datos de las mujeres que conocía para no liarse. Muy complicado enamorarse así.
Jajajaja, tabla excel, que de por sí ya es complicada… demasiado perfeccionismo no lleva a nada, o sí, a la frustración. La belleza y la felicidad están en el interior de uno mismo, en tu mirada, en tu actitud.
La pena es que no pueda coger la sierra y empezar a cortar cual doctor Frankenstein y confeccionar a la mujer perfecta a base de trozos. Olvídalo, es una bromita malévola de las mías. Pero seguro que a más de uno se le habrá pasado por la cabecita. En serio, quiero decir, no solo como mera ocurrencia.
Ahora no te asustes, que no tengo a un psicópata dentro de mí ahí amordazado. O sí. Pero está quietecito y se porta muy bien.