El tiempo cayó sobre mi cuerpo como la lluvia fina pero constante que erosiona un terreno. Tantos años pasaron, que dejé de ser quien fui. Mi acento dulce, aquel en el que las ces eran siempre eses, se endureció con la misma aspereza que mis manos. Mi piel morena, la misma que de ti heredé, se hizo aún más oscura por las muchas horas que pasé colgado de esos andamios. Todos los meses de diciembre me pedías que volviera, pero yo no podía o no quería; me faltaba dinero y me sobraban excusas. Sin embargo, aquel año no pude decirte que no. Y crucé el Atlántico soñando con volver a verte. Todos me recibisteis cuando llegué al aeropuerto. Todos excepto tú. “¿Dónde está mamá?”, le pregunté a mis hermanos. Ellos no contestaron, pero una triste certeza me desgarró el alma.
Triste y bello relato, Mayte!
Gracias, Claudia. Besos
Me gustó tu relato , Saludos. Te invito a que visites mi blog.
Muchas gracias. Me pasaré por tu blog. Un saludo
Qué triste Mayte…
Ya… Bastante. Un beso, Sadire
que triste historia uuuff….
Gracias por comentar. Un saludo.
Oh, qué triste. Por la pérdida, y por la condena que cumplirá de por vida, en forma de arrepentimiento y culpa. Muy bueno, Mayte. Un beso.
Gracias, Luna. Cuando te marchas lejos de tu país las cosas a veces se complican para volver. Son las consecuencias de la emigración. Un beso.
Lindo y doloroso relato, Mayte. Más de una vez habrá sucedido.
¡Un abrazo!
Gracias, Saricarmen. Un abrazo
El auto destierro, y los rostros que no veremos nunca jamas, son como flagelos.
Marcharse es difícil… Pero volver también puede serlo. Un saludo, Daxiel
El tiempo, la distancia y las cosas inevitables… 😥
Saludos Mayte!
Eso es, Little cat. Un saludo y gracias!!
Sabes? Y a pesar de que están lejos y de lo duros que son los comienzos, los padres nos sentimos alegres cuando logran un presente y hacen reaiidad sus sueños. La emigración es un amargo fracaso colectivo del país de origen. Excelente relato Mayte. Un beso.
Emigrar por la fuerza, no por elección personal, es una realidad muy dura. Un abrazo, Carlos
No me cabe duda Mayte, a todos los emigrantes les impulsa la necesidad de salir en busca de un presente mejor.
Uff, los pelos de punta, muy bonito.
Muchas gracias, Ignacio.
Qué manera de remover los sentimientos. Gran relato, Mayte. Un beso.
Muchas gracias 🙂