«Si pudiese volver atrás, al principio de todo. Si pudiese empezar de nuevo. Pero no puedo, mi amor, no puedo y ahora comienza el descenso…».
Hace un par de meses, el escritor extremeño Javier Sachez contactó conmigo para ofrecerme un ejemplar de su novela Manual de pérdidas, un regalo que yo acepté de buen grado cuando leí la sinopsis del libro e intuí que esa obra no era una novela cualquiera.
El argumento del libro gira en torno a la figura de Abdón, un anciano que ha empezado a sentir los primeros síntomas del alzhéimer. Abdón es un ferviente bibliófilo y en su casa atesora una colección de varios miles de ejemplares, entre ellos muchas primeras ediciones y libros antiguos. Consciente de que pronto su enfermedad le impedirá leer y apreciar el valor de sus libros, decide devolver los ejemplares que algunas personas importantes de su vida le regalaron en diferentes momentos. Para ello, emprende un viaje junto a su hija Virginia, quien le llevará de una ciudad a otra en busca de esas personas que en el pasado fueron para él importantes.
Manual de pérdidas viene precedido de un extenso prólogo que no he leído a propósito (quizás lo haga más tarde), ya que he preferido extraer mis propias conclusiones para volcarlas en la reseña sin la influencia de apreciaciones ajenas.
He disfrutado mucho de esta novela por varios motivos. El primero de ellos, el lenguaje exquisito con el que está narrada. Javier Sachez domina el lenguaje, juega con él, lo adorna con bellas metáforas… A menudo utiliza elementos de la naturaleza (las nubes, una mosca…) para hacer analogías con las escenas que va relatando, como si el entorno que rodea a los personajes no fuese ajeno a lo que les sucede. De especial belleza son los fragmentos alusivos a Avellaneda, un pueblo extremeño abandonado que existe realmente (lo comprobé en nuestra siempre útil Wikipedia) y que es el lugar donde nació Abdón. El autor juega con la leyenda de que los habitantes de Avellaneda huyeron de allí por una invasión de termitas (esto tiene también cierta base real según he leído) y esa atmósfera legendaria impregna desde el principio hasta el final los recuerdos que Abdón conserva de la tierra que lo vio nacer.
Por otro lado, la novela me ha interesado por su crudo realismo y por los temas que trata. En cierto modo, esta obra es un homenaje al mundo del libro. Las alusiones a libros son constantes, algunas veces de forma directa y otras de forma más sutil. Creo que el autor lo ha hecho muy bien, porque desde mi punto de vista, corría ciertos riesgos de caer en un ejercicio de pedantería literaria. Pero no ha sido así. Las alusiones literarias se hacen con sentido, en su justa medida, sin tratar de aleccionar al lector. Simplemente, son parte de la trama. Hay también muchas referencias al mundo de la bibliofilia. En estos momentos de mi vida, en los que mi profesión está muy ligada al comercio del libro antiguo, me ha encantado leer acerca de primeras ediciones, de librerías de viejo y de los olores que desprenden las hojas de los libros centenarios. Me pregunto cuánto hay de Javier Sachez en ese Abdón bibliófilo y amante de la literatura (¿es Tiempo de silencio la mejor novela del siglo XX?). En una página web que el autor tiene sobre la novela, aparecen imágenes digitalizadas de algunos ejemplares que menciona en su libro.
Otro de los grandes temas de los que trata la novela es la enfermedad del alzhéimer. En ella asistimos al declive progresivo de una persona tocada por esta enfermedad. Me sorprendió sobre todo en el personaje de Abdón la entereza con la que asume su enfermedad en un principio, cuando todavía es consciente. Es fácil sentirse identificado con el sufrimiento de los hijos de Abdón, sobre todo con Virginia.
Sin embargo, el tema más importante del libro desde mi punto de vista, es el de las relaciones familiares y la falta de comunicación entre padres e hijos. Un mensaje subyace en esta historia de un padre y de unos hijos que no expresan lo que sienten: la importancia de decir lo que sentimos aquí y ahora, porque si lo vamos aplazando, tal vez cuando reunamos el valor para hacerlo ya sea demasiado tarde.
Por último, la novela me ha gustado porque ha logrado emocionarme en varios momentos (al capítulo XV pertenecen esas frases con las que comienzo la reseña; reconozco que se me hizo un nudo en el estómago…). Y es que, al margen de que los libros estén mejor o peor escritos, más allá de las oraciones plagadas de metáforas, aquellos que permanecen en la memoria de los lectores son los que consiguen despertar emociones.
Finalizo la reseña con una frase del protagonista que suscribo por completo, y que siento después de haber leído esta maravillosa novela:
«A veces estoy leyendo un libro y, de repente, me entran ganas de escribir. Esos son los libros que me emocionan».
Jolines, estupenda reseña!
Gracias, Sadire. El libro lo merece. Un abrazo
Lo apunto a mi interminable lista😅
Qué buena reseña Mayte! Se nota que el libro te ha cautivado por la emoción que me has transmitido… Un abrazo!
Sí, realmente me ha gustado mucho. Es muy realista, como a mí me gustan, sobre la vida de personas normales y sus miserias… Un abrazo
Debe ser una novela maravillosa, se nota que te ha tocado de cerca Mayte, creo que me la voy a leer. Ese mal es terrible y temido cuando se llega a cierta edad. Un besazo.
Te la recomiendo, Carlos. Creo que te gustará. Un beso
Me ha encantado tu reseña, Mayte. El libro tiene muy buena pinta, a mí también me hubiera ganado solo con la sinopsis. Un beso.
Muchas gracias, Luna. Seguramente te gustará si te animas a leerlo. Un beso
¡Qué buena reseña, Mayte, nos has compartido! ¡Siento muchas ganas de leer el libro!
¡Un gran abrazo!
Me alegro de haber transmitido a través de mi pequeña reseña lo mucho que me gustó este libro. Un fuerte abrazo, Saricarmen
Gran reseña. Enhorabuena.
Aunque no es la literatura que me gusta, reconozco que me ha llamado la atención. Otro para la lista. La infinita lista. ¿Hará alguien alguna novela sobre el tema de la infinita lista de lecturas pendientes?
A veces pienso que no tengo años de vida para leer todos los libros que me gustaría… Un abrazo, amigo
No conocía al autor pero tal y como lo reseñas desde ya mismo tiene un cartel muy bueno. Le haremos un sitio en mi lista de novelas pendientes. ¡Por favor, Mayte, más reseñas como esta!
Gracias. Creo que te gustará este libro.
Suena realmente interesante. Intentaré hacerme con él…
A mí me gustó mucho. Este autor escribió también hace poco una novela de terror. Yo no la he leído porque ese género no me atrae, pero a ti que eres aficionado a lo mejor te gusta.
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