Le gustaba mirar su belleza inmóvil mientras dormía: los párpados ocultando sus ojos grises, la piel pálida y estática, los labios cerrados dibujando un corazón alargado… La habitación era blanca, las sábanas blancas, la luz obscena tocaba su cuerpo blanco. Todos los días, le pedía a Dios que ella le siguiera amando cuando despertara. Todos los días, le pedía a Dios que ella despertara. No faltaba nunca a esa cita diaria concertada de forma unilateral a pesar del enorme esfuerzo que le suponía desplazar hasta allí su propio cuerpo roto. Nadie albergaba esperanzas, salvo su desesperada necesidad de pedir perdón.
Qué buen relato, Mayte!
Muchas gracias, Claudia!!
¡Qué triste y a la vez hermoso relato!
Gracias, María!!
Impecable y precioso…
Muchas gracias, Luna
Pelos de punta👏😚
Muchas gracias
👌
Ohh qué triste!! No esperaba que esas sábanas blancas fueran de un hospital 😦
Muy bonito, Mayte! Besazo 🙂
Muchas gracias, Lidia!! Besotes
Es una escena fantástica Mayte, un relato muy abierto en el que cada puede imaginar el motivo. Un beso.
Muchas gracias, Carlos. Un abrazo y disfruta de tu querida Galicia
Un micro cargado de sensaciones, entre culpa, amor y necesidad.
Te ha quedado de maravilla.
Besote
Muchas gracias, Paula.Valoro mucho tu apreciación. Un beso
Buen relato, algo atormentado, pero bueno. Un abrazo!
Muchas gracias. Me gustan los temas atormentados, qué le voy a hacer. Un abrazo
El amor, la tristeza, la sensación de culpabilidad, me ha gustado mucho pero la última frase del texto es redonda. Un abrazo
Muchas gracias, Carlos. Me gusta que te gusten mis textos. Un beso
Tantísimo dice este micro-relato que lo dice sin contarlo. !Enhorabuena, me encantó!
Muchas gracias, Ursulina!!