Olfato

mujer en salónSe sienta en el sofá con las piernas cruzadas y una bandeja sobre las rodillas. Frente a ella, la televisión encendida exhibe un documental sobre animales marinos. Introduce la cuchara en el humeante puré de verduras  y después se la lleva a la boca, donde su lengua sólo nota el calor de la sustancia grumosa. Zanahorias, puerros, patatas y judías. Una sabrosa mezcla vegetal que en su boca carece de sentido.

Hace tiempo que decidió eliminar los alimentos sólidos de su dieta. Comer es para ella únicamente un instrumento de supervivencia. En algún momento del pasado dejó de oler. Y con el olfato se marcharon también los sabores y los recuerdos en forma de aroma.

Suena un mensaje en su teléfono móvil. “Pon ahora mismo el telediario”, solicita con urgencia la pequeña pantalla. A ella no le gusta ver los informativos. Prefiere la violencia natural de los animales a la ferocidad de los hombres. “Hazlo, es importante”, insiste el dispositivo. Y decide, por una vez y sin que sirva de precedente, hacer caso a la voz urgente que la apremia.

El televisor muestra ahora la imagen fija de una vieja fotografía, mientras se escucha de fondo la voz fría de un reportero desapasionado. Tiembla la cuchara en su mano y se derrama el puré con lentitud  espesa. “Muere en la cárcel el conocido como violador del metro”, prosigue la voz impasible. “Cuando ya sólo quedaban dos meses para su puesta en libertad, el preso ha aparecido muerto en su celda en extrañas circunstancias”. Una lágrima redonda y gruesa resbala desde sus ojos hasta su boca. Se introduce en la comisura de los labios y alcanza su lengua donde, de manera inesperada, su sabor le resulta asombrosamente salado.

28 comentarios en “Olfato

  1. La huella que dejan algunos traumas es muy profunda. Por suerte, parece que a tu protagonista se le dará la vuelta y tal vez, ojalá, vuelva a ser ella.
    Paradójico que dentro de la cárcel se haga la justicia que no se ha hecho en el juzgado…
    Muy bueno, Mayte. Un besote

  2. «En extrañas circunstancias… «. Ay, voy a hacer el chiste malo: será que la venganza se sirve fría, al contrario que el puré. Una pregunta… ¿esta historia, o la protagonista, tienen algo que ver o enlazan con aquel relato tuyo de una chica que es agredida en el metro entre varios, ahora no recuerdo si también violada? O no necesariamente.
    La verdad que estas últimas semanas mi cota de asco ha aumentado bastante con respecto al tema: los casos de violación en grupo (una chica en un solar se Sabadell) o el caso de una deficiente mental de la que han abusado en Lleida. Ahora ha dictaminado ese juzgado «que no se opuso, o no manifestó su negativa con suficiente vehemencia o claridad». Hasta abusos sexuales entre menores o a menores. Realmente vergonzosas casi todas las sentencias judiciales al respecto.

    1. Hola, What. No, el otro relato trataba de una mujer a la que pegaban en el metro y después se intuía que su marido había contratado a alguien para que lo hiciera. En todo caso, ambos tratan de agresiones a mujeres, eso que últimamente algunos piensan que no es verdad, que las mujeres inventan o exageran… En fin. Gracias por pasarte. Un abrazo.

  3. Marta Vizcaino

    Me ha encantado este relato, Mayte es un placer leerte, esta historia me toca de pleno, quizás alguien que como yo haya perdido el olfato la lea y pueda contarnos como se ha recuperado. Yo aún no lo he conseguido pero quizás tu me hayas impulsado a volver a intentarlo.

    Besos

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