A esas horas de la tarde, el parque del barrio está lleno de críos. Ellos se colocan en su esquina de siempre, ocultos detrás de unos arbustos. Aquel día la diversión no dura mucho; enseguida escuchan una sirena de policía aproximándose. Lo guardan todo en las mochilas y salen corriendo. Atraviesan la zona de los columpios a grandes zancadas. Apenas les faltan unos metros para llegar al lugar donde han estacionado la moto, cuando varios brazos enérgicos se abalanzan sobre ellos. No es la policía; son los padres de unos chiquillos los que los han detenido. Los agentes no tardan en llegar. “Abrid las mochilas”, dice uno. Ellos, resignados, obedecen. “¡Qué vergüenza! ¡A plena luz del día y con el parque lleno de niños!”, exclama un padre escandalizado. La policía les esposa e incauta la mercancía. Las mochilas contienen varios libros –novelas y ensayos, fundamentalmente- con la encuadernación en rústica desgastada.
Muy conseguido, no me esperaba la sorpresa.
Besos, Paco
¡Gracias, Paco! Un beso.
Desde luego son unos anti sistema.
Yo tampoco me esperaba ese alijo 😉
Besos, Maite
Delitos tipificados en un código penal de otro tiempo (pasado, futuro… quién sabe). Un beso.
¡Qué bueno, Mayte! Siempre ese giro tan logrado al final…Me ha gustado mucho. Por cierto: espero que no terminemos así…
¡Gracias, Jorge! Yo también lo espero… Un abrazo
Muy bueno, Mayte, y para pensar un rato… Espero que no terminemos así.
Un besote
Gracias, Luna. Quién sabe… Espero que no. Un beso
Al paso que vamos, acabaremos así o quizas peor.
Enhorabuena, Mayte. Me ha sorprendido el final.
Tristemente, a veces parece que estamos volviendo a la época de la censura. Menos mal que tenemos a gente que nos hace reír, como por ejemplo tú. Un abrazo
Que vergüenza sí, parece que nos están construyendo un mundo entre La ladrona de libros y 1984. Un besazo.
Es un relato distópico, pero las cosas últimamente se están poniendo feas con tanta inclinación a la censura. Un beso, Carlos
Mantengo a la espera 1984 para subrayar, pero la actualidad ya resulta bastante deprimente. Un beso.