Certámenes

theatre-1477670_1920La primera vez que ella ganó un certamen, él se puso muy contento. Lo difundió en sus redes sociales, la acompañó entusiasmado a la entrega de premios y se desgarró las manos aplaudiendo cuando ella subió al escenario a recibir su premio.  Después del primero hubo un segundo, un tercero y un cuarto. Cuando ella consiguió su quinto premio, él llegó tarde al auditorio donde se celebraba el evento. Se sentó en la última fila y aplaudió discretamente cuando ella se levantó a recoger el diploma. Hoy es el día en que le entregan su décimo galardón. Él le dice que esta vez no puede acompañarla. «Tengo una cita con un cliente», se excusa. Cuando ella sale por la puerta, él coge una cerveza bien fría del frigorífico, se acomoda en el sofá frente al televisor y se dispone a ver la reposición de un partido de fútbol mientras piensa: «Putos certámenes…».

17 comentarios en “Certámenes

  1. Sí pasa. Y con todo.
    Me acuerdo cuando mi esposo recién abrió su consultorio, cada paciente era de ¡Wow! y cuando le llamaban por urgencias, a la hora que fuera ahí estaba.

    Ahora tiene lleno de pacientes, ya no sorprende. Y cuando le hablan de urgencias pues a ver si puede, sino, pues no.

    1. Así es, parece como si el cansancio se acabara apoderando de todo. En este relato, no obstante, he intentado enfatizar el desgaste de la pareja, es decir, la forma en la que él acaba aborreciendo de ella lo que al principio le entusiasmaba. Gracias por comentar, Julieta. Un abrazo.

  2. No es bueno acostumbrarse a lo bueno, se tiende a despreciar el mérito que tiene cada logro. Por eso me gusta residir en una cochiquera, rodeado de marranos y gallinas, rebuscando con ellos entre lo que los pastores consideran que es comida. Eso sí, una vez resido la suite del Ritz y me hincho a gambas y caviar beluga desde la cama 🤣

    Qué mérito tiene tu protagonista, a ver si nos revela sus secretos. Un placer leerte, compañera. Un fuerte abrazo. Adelante!

  3. A veces Mayte, somo muy poco empáticos con nuestra pareja y pasan estas cosas. Lo que a uno le gusta, al otro le cansa, sobre todo si a uno de ellos le hace brillar un poquito!! Triste situación la que a veces dejamos que llegue.
    Besicos muchos.

  4. Dicen que «lo poco gusta y lo mucho cansa» aunque yo creo que aquí hay una situación -por parte del marido- no solo de falta de empatía hacia su pareja, sino también de aparición de celos por el éxito de la mujer. En todo caso, creo que el marido podía perfectamente seguir animando a su mujer, pero el desgaste de las parejas muestra estos entresijos. Un abrazo Mayte.

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