«Perdóname, mi amor, perdóname. No entiendo qué me ha pasado. Tengo tantas cosas en la cabeza que no me he dado cuenta de lo que hacía. Perdóname, cariño, perdóname. Es terrible lo que ha pasado, pero no volverá a ocurrir. Nunca más volverá a pasar, te lo prometo. ¡Te quiero tanto, mi vida! Perdóname, cariño mío…». El bebé lloraba desconsolado abrazado a su madre mientras recibía con ansia reparadora sus besos cálidos. No entendía por qué ella lo había dejado solo dentro del coche durante tanto tiempo.
Oh, qué angustia. Buena llamada de atención, desatendemos lo más importante por llegar a cosas que no son imprescindibles. Debemos aprender a priorizar. Me ha gustado el mensaje, el texto no que me ha dado mucha pena (pero está muy bien escrito, ya me entiendes…). Un beso.
Gracias, Luna. A veces imagino lo que debe sufrir una madre que sin darse cuenta comete una negligencia… Un besote
Y un fallo lo tiene cualquiera, pero las consecuencias pueden ser muy distintas según qué factores se den…
Mensaje contundente ante una situación que a veces no es ficción por increíble que parezca. Transmites muy bien la angustia y congoja de la madre. Abrazos.
Gracias, Carlos. Quería transmitir sobre todo eso, el dolor de una madre que siente terriblemente culpable… Un beso
Esos olvidos que muchas veces han terminado en tragedia. 😐
Saluditos Mae!
Tragedias que muchas veces pueden evitarse… Un beso
Siempre pueden evitarse, pero la gente… ya sabes. 😐
Un olvido de caracter catastrófico!
Un abrazo, Mayte!
Sí, un olvido imperdonable para una madre. Un beso, Paula!!
Todo un escenario en tan pocas palabras. Saludos 🙂
Muchas gracias, Oscar. ¡Un saludo!
Uff los pelos de punta. Dices mucho en las palabras justas 🙂
Gracias, Iñaki. Un beso
¡Buf! Escalofriante… especialmente para aquellos que tenemos hijos.
Ya lo creo. El sentimiento de culpa debe de ser insoportable. Un abrazo
Buen relato, algo crudo, pero bueno. Felicidades una vez más.
Gracias, querido Baumann
Leñe que escena tan dramática describes Mayte, nos vas a despertar pesadillas. ¡Que anoche soñe que estaba trabajando de nuevo y aún no me he repuesto del susto! Creo que ese uno de los temores recurrentes de cualquier «padre o madre», olvidarse del niño. Un besazo
¿Soñaste que volvías al curro? Qué horror, jeje… Un besote, Carlos
Yo siempre me lo digo… Dios me libre de una desgracia de este tipo que despistada soy un rato.
Por cierto, al principio me despistaste… creía que la historia iría por otros derroteros.
Un abrazo
Gracias por tu comentario, Mukali. Lo del despiste está hecho a propósito para dar ese giro en la historia…. Un abrazo