Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado. El mundo se había convertido en un lugar sucio y depravado, y se sentía terriblemente decepcionado. Me lo decía cada noche, susurrándome al oído. Me pedía que le ayudara y yo juré que daría un escarmiento a esos pecadores descreídos. Ahora, abandonado en esta celda solitaria, he dejado de escucharle por las noches. Su voz ya no me alienta y son los gritos de dolor de aquellos hombres los que acompañan mi desvelo.
Con este microrrelato participé en el concurso de la Semana 19 de la XI Edición de Relatos en Cadena.
Uff no se si existe la palabra, pero si no la invento yo: ¡Buenerrimo!
Muchas gracias, Iñaki. Qué bien verte de nuevo por aquí. Un abrazo
Muy bueno, Mayte. Yo también suelo participar, pero justo este me lo salté.
Un besote
Muchas gracias, Luna. Era la primera vez que participaba. Es entretenido, así que seguramente repita. Un beso!!
Buen relato. A mí me está costando crear microrrelatos. No es fácil escribir un cuento breve con ese giro o tan original. Un saludo.
PD. Yo mandé uno en la semana 20 jejej 😊☘️
Muchas gracias por tu comentario!! Es difícil escribir microrrelatos, pero cuando empiezas ya no puedes parar. Es como una adicción. Me pasaré por tu blog. Un saludo!!
¡Muy bueno Mayte! Siempre tus micros nos hacen pensar.
¡Un abrazo!
Muchas gracias, Sari!! Un abrazo
No hay que hacer caso de esas voces que nos invitan a ser salvadores… se pueden volver contra nosotros.
Muy bueno, Mayte. Un abrazo.
Sin duda, Estrella. Gracias por comentar. Un abrazo
Uf! Da miedo de lo bueno que es
Gracias, Sara!!
Bien profundo como interesante, siendo un agnostico declarado, no entiendo como las religiones manejando literatura como oraciones, hace agua en los renglones donde se creen perjudicadas en su efectivo valor metálico…
Gracias, Daxiel. Gracias por comentar. Un abrazo
Será que trajinar por la redención ajena presenta escasos incentivos y graves inconvenientes. Un besazo. .
Muchos inconvenientes, sin duda. Un abrazo, Carlos.
Me ha gustado. Esa semana la frase de inicio tenía lo suyo 🙄 Un abrazo.
Gracias, Carlos. Es verdadque era una frase complicadilla. Tu micro también me gustó mucho. Besos