Ganadora del Accésit Testimonio Histórico en el XV Concurso de Relatos Mineros Manuel Nevado Madrid

Mi relato «Iquique, 1907», acaba de recibir el Accésit Testimonio Histórico en el XV Concurso de Relatos Mineros Manuel Nevado Madrid, convocado por la Fundación Juan Muñiz Zapico. Podéis leer mi relato, así como el resto de textos premiados y seleccionados, en la web de la Fundación.

Detrás de todo texto literario suele haber una historia y, en este caso, me gustaría dejar constancia escrita de esa historia:

Hace no mucho tiempo estuve viviendo unos años en Santiago de Chile. Durante ese tiempo hice varios viajes al desierto de Atacama, un lugar que me fascinó por su naturaleza extrema y también por su historia. En mitad del desierto, sobreviven al paso del tiempo las antiguas estructuras y viviendas mineras que un día sirvieron para la extracción del salitre o nitrato. Se trata de las llamadas «oficinas salitreras». La visita a esos «pueblos fantasma» perdidos en el desierto me impresionó y empecé a leer sobre el tema.

Una de aquellas lecturas fue La reina Isabel cantaba rancheras, del escritor chileno Hernán Rivera Letelier, una novela en la que la sordidez del argumento, la jerga chilena y la prosa poética conviven en extraña armonía haciendo de esta obra una auténtica joya literaria.

Yo también escribí un relato ambientado en las salitreras e inspirado en un terrible episodio histórico que tuvo lugar en la ciudad de Iquique en 1907 en el marco de las reivindicaciones obreras que reclamaban una mejora de las condiciones en las que trabajaban y vivían los mineros y sus familias. Este relato es el que ha sido galardonado en el concurso mencionado.

Me gustaría compartir también algunas fotografías que mi marido y yo tomamos en la visita a la Oficina Salitrera Humberstone, en diciembre del año 2013:

31 comentarios en “Ganadora del Accésit Testimonio Histórico en el XV Concurso de Relatos Mineros Manuel Nevado Madrid

  1. En primer lugar mi sincera enhorabuena. Me parece muy acertada esa introducción basada en tu experiencia chilena. Y luego está el relato, que me ha encantado. Me parece duro y sutil a la vez, pero con una enorme fuerza especialmente la de ese niño que como apuntas, probablemente nunca llegará a nada, si es que sobrevive. Un episodio histórico, como otros de los que el ser humano debería aprender siempre. Es un placer leerte, pero hoy especialmente. Un abrazo Mayte.

  2. ¡Merecido premio has obtenido, Mayte! El relato es buenísimo. Ese contraste de la percepción ingenua y tierna del niño con la dura realidad, sobrecoge. ¡Felicitaciones! Y luego, la información y fotografías enriquecen y contribuyen aún más a entender el ambiente de la historia.
    ¡Un abrazo grande, Mayte!
    🤗🤗🤗😘😘😘

      1. ¡Cómo no! Si supiste captar y mostrar tan bien en tu relato la realidad del lugar en un momento crítico. Ojalá alguna vez pudiera visitar lo que queda de esos poblados; me parece que estoy como a dos mil kilómetros de distancia, aproximadamente.
        ¡Que tengas un buen fin de semana!
        😘😘😘😘😘

  3. Si no recuerdo mal, te di la enhorabuena (llevo retraso en las visitas a los blogs), el relato bien se merecía el premio. No solo está bien escrito, sino también bien contextualizado y estremece en algunos aspectos.
    Enhorabuena, de nuevo, Mayte 🙂 Abrazo

  4. También me sumo a las felicitaciones. Confieso que he tenido que buscar la palabreja, la había escuchado mil veces y no sabía exactamente qué era. Una especie de premio, esa idea vaga tenía. Me refiero a áccesit. Es curioso porque pese a sonarme palabra esdrújula, tal como la has usado, estoy viendo en internet que la ponen «accésit», llana y con acento. Qué curioso. En la mayoría de los casos. No sé si las dos formas serán correctas, o cuál de ellas. Ah, bueno, en la propia web de la fundación ahora veo «accésit». Ni me había planteado todo esto, simplemente vino por buscar el significado.
    El relato es crudo y tan árido como el desierto. Hace días que quería pasarme a leerlo, creí que sería mucho más largo. Durísimas condiciones de tantos trabajadores en ese tipo de explotaciones inhumanas. Lo de siempre, el maravilloso capitalismo y el maravilloso sistema del capital, donde no importa explotar, hasta matar si es preciso. Bye.

    1. Efectivamente, había acentuado mal la palabra. Gracias por avisar. Ya lo he corregido.
      Gracias también por leer el relato. Es una historia dura como tantas, pero poco conocida fuera de Chile. A mí me impresionó bastante, sobre todo después de haber estado en el mismo lugar donde sucedió. Un abrazo

      1. Ya lo he visto. Curioso, porque me sonaba palabra esdrújula como mínimo a nivel tónico. Un poquito me podría imaginar el entorno, algo estuve por el desierto y el altiplano peruanos hace años. Atacama ha de ser la leche.
        Qué fuerte, acabo de leer que algunas especies de aves ya utilizan plástico, por ejemplo bolsas, para fabricar sus nidos. Es de pesadilla. Un abrazo.

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