La ladrona no tuvo demasiado cuidado en extraer el objeto de la vitrina. Varios visitantes la vieron hacerlo y avisaron al guardia de seguridad. Cuando la encontraron, estaba sentada en las escaleras del museo mirando fijamente el objeto sustraído: un reloj de oro de bolsillo con forma de corazón que al abrirlo mostraba la hora, detenida a las 5:15 desde hacía mucho tiempo. El vigilante le arrebató el objeto y ella se puso a llorar. “Puedo pagarlo. ¿Cuánto cuesta?”, preguntó, desconsolada. Pero el reloj no estaba a la venta. El museo necesitaba seguir exhibiendo aquel pequeño objeto que marcaba la hora en la que su abuela y otros cientos de personas murieron asfixiadas en una cámara de gas.
Un objeto cargado de emotividad, de recuerdos dolorosos, invaluable no sólo para ella, también para muchos más.
¡Me encantó el relato, Mayte!
¡Un abrazo!
Muchas gracias, Saricarmen. Me agrada mucho que aprecies mis textos. Un beso.
Mucha fuerza
¡Muchas gracias!
🤙
Un magno micro relato, válanos la contradicción. En pocas palabras has contado dos historias estupendas.
Gracias, compañero!! Abrazos
Ella se merece tener el reloj, lo va a apreciar más que los que puedan mirarlo. Muy bonito. Un beso.
Eso mismo pienso yo… Pero no le darán el reloj. Un beso
Excelente Mayte, me quedo pensativo sobre el derecho que tiene un museo para exhibir la vida o la muerte de nadie. Un besazo.
Sobre todo la muerte… A la gente le genera una atracción morbosa ver el lugar donde alguien murió y cómo murió. A mí me parece un tipo de turismo un tanto perturbador. Un beso
Creo que visitar esos lugares terribles, sería muy recomendable para todos los universitarios, de manera especial, a los de áreas sociales y humanidades. No debemos dejar que se olvide el horror. Un beso.
Lo increíble del objeto que sustenta un momento, la búsqueda de esa alma que vaga sin consuelo, la hace aferrarse de lo más intrépido, es ese mismo tiempo el que cercena su cuerpo, pero que no cuenta por sentirlo poseedor de su recuerdo; muy buen relato.
Muchas gracias, Daxiel
Buah! Es buenísimo! Me ha encantado por la profundidad, la sensibilidad y el montón de reivindicaciones que haces con este micro. Bravo!! Un beso, Mayte!
Muchas gracias, Lidia!! Un beso
Vaya! Inesperado y muy emotivo ese final. 😐
Muchas gracias!!
Guau! Sobrecogedor relato, Mayte, Eres buena en todo lo que tiene que ver con literatura de índole sugestiva, pero es tu estilo y te felicito por ello. Bravo!
Muchas gracias 🙂
Muy bueno y profundo! 😀
Muchas gracias!!